Santiago, 6 de marzo de 2020.

De paso por Ottawa, Canadá, donde se dispone a afrontar el Panamericano de Lucha que comienza hoy, el seleccionado nacional, Yasmani Acosta, batalla contra la ansiedad por salir nuevamente al “colchón” y sentir las sensaciones del combate, tras una lesión que arrastra desde noviembre del año pasado y que no le ha permitido estar al ciento por ciento, de cara al clasificatorio olímpico que comenzará a fines de la próxima semana en la misma ciudad.

No está solo, pues lo acompañan su compañero en la lucha grecorromana, Cristóbal Torres, y el seleccionado de lucha libre, León Peralta, con quienes asumirá el desafío de buscar un podio en la cita continental que parte hoy, y que dura hasta el 9 de marzo, o, eventualmente, los pasajes a los Juegos Olímpicos de Tokio, en el certamen que se desarrollará a contar del 13 de marzo en la capital canadiense. Junto a ellos, los entrenadores Carlos García y Néstor Almanza, miran atentamente el trabajo.

Yasmani no olvida su paso por los Panamericanos de Lima 2019, donde se quedó con la medalla de bronce. Con un poco de amargura recuerda aquel torneo. “el objetivo era prepararme y hacer las cosas bien ya que venía con muchos errores y cosas por mejorar. Eso era lo fundamental en ese torneo. También era medirme con los mejores del mundo, como Mijaín López, tres veces campeón olímpico y cinco veces campeón del mundo. Hoy, en este Panamericano de Canadá, mi objetivo no es ganar, sino que subirme al colchón, efectuar un buen combate y como vengo pasando por una lesión desde hace cinco meses, quiero saber cuál es mi sensación. Mi evento fundamental es el Panamericano Clasificatorio a Tokio 2020”.

El deportista chileno de origen cubano, sueña con colaborar con el desarrollo de su deporte cuando llegue la hora del retiro. En esa misma línea, se ilusiona con la nueva infraestructura deportiva que se construye en el Estadio Nacional, dedicado exclusivamente a los deportes de combate. “Es algo que en dos ciclos olímpicos más va a permitir ver los cambios. Uno de los sueños que yo tengo, como una forma de devolverle la mano que me ha dado Chile por recibirme y apoyarme tanto, es estar al frente de una residencia de formación deportiva para aportar a los niños y al desarrollo del deporte chileno”.

Por ahora, el luchador solo tiene en mente lograr una buena participación en el torneo continental, que tiene a Ottawa como sede de la lucha mundial. Cabe señalar que el Ministerio del Deporte, a través del IND, financió la participación de la delegación chilena a través de una inversión de $6.787.900.